Por: Angela Jaramillo
Todos los días conocemos personas que se rehúsan a utilizar la insulina a pesar de tener una diabetes fuera de control o, habiendo iniciado alguna complicación. Esta situación se presenta con marcada frecuencia, pero, aun teniendo la evidencia de la gran mejoría que obtiene la persona con diabetes Tipo 2 ante la utilización de la insulina, muchos médicos no toman la decisión de recomendar a sus pacientes su utilización como alternativa terapéutica.
El estudio DAWN realizado en 2001, dice que “cuando se preguntó a los profesionales su opinión acerca del inicio de administración de insulina, un 40% manifestó que prefería retrasar el inicio de la insulina hasta que fuese absolutamente esencial, y tan sólo el 34% creía que la introducción temprana de la insulina reduciría el coste de la diabetes a largo plazo”.
Estas son algunas de las barreras que tienen los Profesionales de la Salud al decidir la utilización de la insulina en los pacientes:
Dudas acerca de la eficacia.
Complejidad de tratamiento: aumento de la demanda sobre el profesional.
Percepción de fracaso.
Temor a la respuesta negativa del paciente.
Temor a la falta de cumplimiento por el paciente.
Riesgo de hipoglucemia.
Aumento de peso.
Fuente: (Montanya Mias E. Aceptación y barreras para el inicio y la intensificación del tratamiento con insulina)
No es totalmente cierto que la gran mayoría de las personas con diabetes Tipo 2 se resistan a utilizar la insulina, los médicos también caen en esta peligrosa percepción que perjudica enormemente la salud de los pacientes.
Las nuevas insulinas; los nuevos sistemas de inyección y, la EDUCACIÓN a las personas con diabetes y A LOS PROFESIONALES DE LA SALUD, permitirán acabar con el miedo de los pacientes a utilizar la insulina y con la resistencia de los médicos a formularla.
Escrito por Angela Jaramillo, Educadora en Diabetes, de Querida Amiga Diabetes /Colombia