Hoy les compartimos el caso de la familia de Rosa y Alberto. Ellos procrearon 5 hijos y 2 de ellos, Valeria y Roberto, tienen diabetes tipo 1. Al principio la familia buscó ayuda y todo iba bien con el control de la diabetes de sus hijos, sin embargo, un día Rosa decidió abandonar el hogar y conformar otra familia. Tuvo un nuevo hijo y desvió toda la atención a ese bebé.
Alberto, por su parte, decidió mudarse a otro país y dejó a los niños al cuidado de sus abuelos. Por falta de atención, dos de las niñas deciden ir a vivir con su mamá, una de ellas Valeria, de10 años, quien tiene diabetes tipo1.
Alberto regresa al país, y se da cuenta que su hija Valeria está muy descompensada y baja de peso. La trae a FUVIDA y comprobamos que su hemoglobina glicosilada es de 14,5%. Nos traen un registro de glicemias aceptables, pero al comparar con las medidas del glucómetro, los valores están por encima de 300 mg/dl, tiene muchos HI,(glucosas por encima de 600mg/dl). Entonces le pregunto a la niña porque no anotó los valores que están en la máquina, y ella rompe en llanto y no responde.
Queda de manifiesto cuánto puede afectar el desinterés de los padres ante una situación tan delicada como es la diabetes tipo1 en un hijo, que necesita de un acompañamiento familiar, psicológico y terapéutico.
Nosotros decidimos hablar con la madre por teléfono, para dar un seguimiento completo al caso. Ella nos manifiesta que la niña no quiere inyectarse, que no hace caso, que come panes, toma cola sin control y que ella no sabe qué hacer y que no la puede obligar por que no quiere y así han pasado casi 3 años. Valeria luce delgada, débil y muy triste.
Cabe indicar que Roberto, su hermano que tiene diabetes tipo1, actualmente está internado en un Centro de Rehabilitación de alcohol y drogas recuperándose de una adicción.
La situación es muy crítica. Además, hay que considerar que el hecho de que los padres no proporcionen un tratamiento correcto y esto lleve a afectar la salud de los niños, se considera un delito, por lo cual la DINAPEN debe encargarse del caso, si los padres no asumen con responsabilidad el cuidado de Valeria.
Como Fundación, estamos pensando seriamente en presentar este caso a las autoridades competentes, si en un mes la situación no cambia. Por ahora Valeria está con su padre, esperando mejorar sus resultados con educación en diabetes, ajustes de dosis, alimentación saludable y sobre todo con el amor y cuidados que ella requiere y merece, ademas de contar con los insumos necesarios para el buen control.
Muchos padres entregan su vida al cuidado de los niños con diabetes tipo 1, pero hay casos y casos. Por ahora, nos mantenemos observantes del caso de Valeria, pues el compromiso de Fuvida es apoyar a las familias que tienen un hijo con diabetes tipo1. #salvandovidasenEcuador